viernes, 25 de febrero de 2011

Las coníferas y el fuego

Las coníferas se encuentran mejor adaptadas al fuego que la mayoría de plantas. Incluso se favorecen de los incendios al eliminarles la competencia de otras especies.
Para poder adaptarse al fuego, muchas de estas plantas han desarrollado una corteza gruesa que evita que el fuego queme las partes vitales. Entre las más conocidas y adaptadas se encuentra el pino canario ( Pinus canariensis) cuyo tronco y ramas se encuentra cubierto de una capa muy gruesa capaz de aislar las capas internas. Incluso, si el tronco resulta afectado, este árbol puede rebrotar desde el suelo o regenerar la parte del tronco dañado a partir de unos tejidos especiales que no se encuentran en ninguna otra conífera.
Otras coníferas no tienen esta capacidad de rebrote pero también resultan favorecidas por los incendios. Muchos pinos o cipreses poseen piñas que permanecen cerradas hasta que el calor de un incendio las abre y expulsa las semillas. Estas pueden crecer en un terreno donde el incendio ha eliminado las especies competidoras. Muchos suelos son incluso más productivos después del fuego, pues el calor descompone las hojas y extrae componentes que lo enriquecen.
Así pues, los incendios naturales producidos por rayos solares o por tormentas han favorecido en muchos lugares la presencia de una vegetación donde predominan las coníferas.

Más información sobre las plantas en el listado superior.

jueves, 24 de febrero de 2011








Bosque de Coniferas















 







 
       Este, es el tipo de bosque que se encuentra mas al norte bordeando la tundra en las altas latitudes del hemisferio norte. Este es el bioma de "los arboles alargados siempre verdes". El bosque de coníferas sobre el continente de Norteamérica se extiende de Alaska a Canadá. Este también incluye las partes del norte de Minnesota, Michigan y Nueva Inglaterra. Otro cinturón se extiende a través de las tierras del norte de Escandinavia al Océano Pacifico.
      El clima de este tipo de bosque es frío y húmedo. La precipitación varia entre los 40 y 102 cm por año gran parte de la cual, cae como nieve. El bosque de coníferas es también llamado taiga, ó, en la literatura, ¨los grandes bosques del norte¨. Se caracteriza por tener casi puros grupos de arboles como abetos, piceas, pinabetes, y pinos. La energía producida por las plantas es de cinco a seis veces más grande que la de la tundra.

     El bioma de coníferas tiene un clima húmedo por la baja evaporación. Un pobre sistema de drenaje se creo durante el Pleistoceno (hace cerca de 2,500,000 a 10,000  años aproximadamente). Los glaciares recientes dejaron la tierra uniformente distribuida, estéril en algunos lugares, y salpicada por estanques, y pequeños legos en otros.  
Bajo una espesa capa de acículas de coníferas en lenta descomposición está la capa superficial  del suelo, gris de la que el agua ha lixiviado los minerales que la mayoría de las plantas  necesitan para sucrecimiento. algunos minerales son arrastrados, otros se acumulan.  
    En condiciones de frío y humedad, las lombrices de tierra escasean y la acción bacteriana es lenta; las hojas caidas y otros resros de vegetales se descomponen lentamente y no se mezclan con la tierra, sino que permacen como una capa turbosa. El agua resultante es ácida y al filtrarse  hacia abajo arrastra valiosos minerales y sustancias nutritivas  - principalmente sales de hierro, magnesio, y manganeso-, dejando un suelo ácido, pobre, agotado y de color gris, que se llama podzol.
  Al faltar las lombrices de la tierra y la acción bacteriana, los hongos desarrollan  un papel vital en la descomposición de los restos vegetales en las zonas septentrionales del podzol, se extienden entre el tapiz de hojarasca  y la capa superficial del suelo como una red de hilos entre tejidos. Veintiocho centimetros cubicos de podzol cubierto de pinocha, y del aspecto más estéril, puede contener 1.500 kilometros   de hilos de hongos. En otoño estas masas filamentosas empujan sus fructiferos cuerpos o "setas¨esporíferas por encima del suelo.








 Pantas del suelo. Hongos y musgos son las únicas plantas que crecen bajo los árboles en el bosque de coníferas, mientras los líquenes   como el Cladonia coccifera (izquierda) y Cladonia bellidiflora (centro) que prefieren suelos ácidos, crecen en los calveros . Un hongo típico es el Hydnum auriscalpium (derecha)

Las condiciones en la costa sur de las isla de Vancouver
son ideales para el crecimiento de coníferas. En invierno,
el calor pasa lentamente del océano al aire, y la isla es la
parte más cálida del Canadá. Las temperaturas moderadas
se conbinan con abundantes precipitaciones y el bosque
es denso, con espeso sotobosque. Las coníferas alcanzan
gran tamaño en estas condiciones; el pino Douglas más
alto que se conoce es un gigante de 100 metros en las isla
de Vancouver. Otras coníferas comunes en los bosques
meridoniales de la isla son el pino hemlock, el cedro rojo y
el pino balsámico. El musgo crece frecuentemente sobre los
troncos de los árboles.
    Aunque el suelo de la zona de bosques de coníferas es
húmedo, los árboles disponen de poca agua, ya que la
tierra está helada casi todo el año. la lluvia es escasa y el
aire seco en invierno y en verano, y durante seis mese del
año puede faltar la luz del sol.
    Las coníferas toleran estas condiciones por que están adaptadas principalmente a la sequedad, y algunas especies, como: el abeto, pino silvestre y otros pinos, dominan estos bosques. Poseen hijos acuculares con una espesa capa cutícula o epidermis que minimiza la pérdida de agua por evaporación en las heladas o sequías.     En las zonas del bosque boreal, la estación en la que hay suficiente calor, luz y agua para el desarrollo es tan corta que la mayoría de los árboles pano-caducifolios se encuentran en desventaja, ya que sus hojas son grandes y perderían más materiales alimenticios al desprenderse de ellas que los que prodrían reemplazar durante el verano. Además. sus hojas se decompones rápidamente y los minerales que contienen son lixiviados de la tierra antes de que los árboles puedan recobrarlos en primavera.
Abetos nevados en invierno. El abeto y otras coníferas se adaptan bien a las condiciones invernales, pues sus elásticas ramas no suelen romperse bajo el peso de la nieve. Donde los árboles crecen muy juntos, la nieve la nieve permanece sobre la ramas superiores entrelazadas, formando un dosel que protege delos peores frios a los animales del bosque.  







Bosque mixto en otoño. Abedules, chopos, sauces y otros árboles caducifolios que crecen al amparo de los balles fluviales prestan colorido al bosque boreal, sobre todo en otoño







Coniferas boreales y sus semillas. A diferencia de los árboles con flor, cuyas simientes van encerradas en el fruto, las coníferas producen piñas en las que las simientes desnudas están envueltas en escamas, generalmente dos en cada escama. Las simientes están producidas por piñas femeninas que han sido fertilizadas por el polen de piñas masculinas. Como las piñas masculinas y femeninas suelen estar en árboles distintos, los granos de polen de algunas coníferas tienen un par de sacos neumáticos para ayudar a su dispersión.
    Al conservar las hojas durante todo el invierno, las coníferas no pierden nutrientes valiosos, y los árboles están preparados para reanudar su crecimiento en primavera. La producción de resinas también ayuda a las coníferas a sobrevvir en condiciones rigurosas. cuando se cuartea la corteza la resina fluye, lo que dificulta la entrada de bacterias u hongos en la herida.     En la parte mas septentrional del cinturón de coníferas de Siberia, el biotipo caducifolio es una ventaja. En esta área predomina una conífera caducifolia con pequeñes acículas: El alerce. Aquí el agua está helada en el suelo casi todo el año y las coníferas perennifolias no podrían remplazar el agua evaporada de sus acículas por los vientos secos, aunque las acículas no perecieran en el intenso frío del invierno.
Fauna de los bosques de coníferas
    La fauna característica de estos bosques esta compuesta, por:
  • Castores
  • Ardillas
  • Puercoespin arborícola
  • Aves que comen coníferas:
  • Insectos que comen coníferas:

miércoles, 16 de febrero de 2011

Un bosque de coníferas, o bosque frío, es un área boscosa constituida por coníferas y asociada con climas fríos. En él abundan árboles muy altos, como pinos y abetos, que se cubren de nieve durante la época invernal.
Los bosques de coníferas son una fuente muy importante de madera y celulosa, y su fauna incluye especies con grueso pelaje que les permite soportar las bajas temperaturas, como osos, lobos y armiños.